lunes, 30 de agosto de 2010

Sigo pensando...

Salí, regresé y ahora tengo mucha energía y muchos pensamientos.

Él está aquí y todo parece ir bien bien, pero hace unas horas tuve esa empatía absoluta y envolvente, me debe preocupar pero debo controlarme porque de nada sirve que te hundas en la misma sensación angustiante, uno afuera pa sacar al otro o nos lleva el carajo.

No me gusta este vacío, este sentir que haces y haces pero al final no hay nada. Quiero hacer pero que se vea algo al final que exista un producto, esto de los procesos y lo efímero me causan ansiedad y vacío en la panza, quizá por eso me quedé con hambre aún después de cenar.

Tengo la necesidad de más, la necesidad de mucho, estoy harta de lo poco o de lo suficiente, ya no estoy para andarme con rodeos y pequeñeces. Me siento rara... qué será?

¿Desde cuando dejé de ser lo que fui pa ser lo q se supone siempre debí ser? En algunas ocasiones como ésta todo resulta un poco raro y supongo que esa sensación se debe a que todo es nuevo.

Escuché en un programa que es el hemisferio derecho del cerebro el que se encarga de las nuevas situaciones y que conforme éstas vivencias se van volviendo más y más familiares se transfieren al lado izquierdo que se encarga de las experiencias conocidas. Supongo que mi hemisferio derecho está en chinga lok. jajajajaja



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