Me doy cuenta que en mi búsqueda incesante de protección siempre termino protegiendo al otro, permito que se hagan fuertes y les doy todas las alas posibles para que sientan que pueden volar donde lo escojan, les muestro que son especiales y grandes, les demuestro cuánto valen para mi. Todo esto con la intención de que me hagan sentir lo mismo, que me den fuerza, que me hagan ver lo especial que soy, que me envuelvan en sus brazos y me hagan sentir protegida....lástima que no es así....yo me protejo y protejo al otro...a veces en una tarea demasiado ardua.
Mi querida Ardi, después de que des toda tu fuerza, ¿cómo te vas a sostener? El mar parece infinito, pero no lo es.
ResponderEliminarOjalá lo fuera.
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